Las reformas de cocinas pueden englobar muchos trabajos diferentes, desde una pequeña renovación a un cambio de estilo o una reforma en profundidad. El precio dependerá mucho del tipo de trabajo, también de los materiales y de los profesionales de Madrid elegidos para realizar el trabajo.
En lo que respecta a los trabajos para reformar una cocina, los más habituales serían, entre otros, los siguientes:
Revestimientos: cambiar suelos y paredes es una de las reformas básicas. El coste dependerá del tipo de material, en líneas generales, alicatar cuesta de media entre 30 y 40 €/m² (incluye retirada de revestimientos anteriores). Más económico resulta pintar los azulejos (15 €/m² de media) y poner suelos vinílicos (alrededor de 15-20 €/m² de media incluyendo material).
Reforma de instalaciones: en caso de renovar los revestimientos, el consejo es hacerlo también con las instalaciones de electricidad y fontanería. En una cocina de dimensiones medias, el coste, en el caso de la electricidad, puede estar en el entorno de los 600 € y alrededor de 900 € en el caso de la fontanería.
Mobiliario: el coste dependerá de la calidad y el estilo. Cambiar los muebles puede costar alrededor de los 2.000 € (5 metros lineales en mobiliario blanco, liso y con brillo), a ello habría que sumar los electrodomésticos, que pueden costar otros 2.000 €. Y, si se desea algo especial, como una encimera de granito, el presupuesto puede elevarse otros 1.500 €.
Las reformas de cocinas pueden suponer una inversión elevada. La recomendación es buscar profesionales en Madrid que hagan un diseño previo adaptado a las necesidades y que asesoren sobre los mejores materiales o soluciones para acometer la obra.
Hay que tener en cuenta, por otra parte, que salvo excepciones no es necesario solicitar licencia de obra, pero que sí hay que hacerlo en caso de que haya que colocar contenedor de escombros en la calle.
1.TRABAJA CON COMODIDAD
Al diseñar la distribución de la cocina, pon la comodidad en el punto de mira y diseña un triángulo de trabajo funcional que facilite los movimientos entre las tres zonas de uso: preparación, cocción y almacenaje.
2.AJÚSTATE AL PRESUPUESTO
En el fragor de la reforma, superar la cifra asignada a la misma es algo más habitual de lo deseable. Evítalo solicitando dos o tres presupuestos desglosados por partidas de materiales y mano de obra con sus correspondientes calidades y precios por escrito.
3.JUSTO A TIEMPO
La reforma integral de la cocina requiere entre 10 y 15 días útiles. Para evitar que se alarguen los plazos, contrata una empresa de confianza y con referencias y asegúrate de que todos los materiales y el equipamiento están disponibles antes de iniciarse las obras.
4.INVIERTE EN TRANQUILIDAD
Renovar las instalaciones puede suponer un 20% del presupuesto de reforma de la cocina, pero tener que reparar los daños producidos por unas obsoletas sin duda resultará mucho más caro y molesto, ya que puedes no disponer de las mismas baldosas cerámicas para sustituirlas o tener que desmontar fregadero, encimera, muebles… Aprovecha las obras para garantizar muchos años de cocina sin problemas.
5.HÁGASE LA LUZ
No esperes hasta tenerlo todo montado para pensar en la mejor iluminación para tu cocina. Las tomas de corriente y los puntos de luz deben planificarse antes de que entren los albañiles, ya que todas las conexiones deben quedar ocultas bajo el falso techo y los revestimientos de las paredes.
6.INVIERTE EN ACCESORIOS
Reserva una parte del presupuesto destinado a mobiliario a un buen equipamiento interior. Esos armarios que tanto nos gustaron al comprarlos pueden llegar a ser nuestra pesadilla particular si somos incapaces de encontrar nada en ellos a la primera. Vale la pena elegir un modelo más económico e invertir la diferencia en baldas y bandejas extraíbles, cajones de extracción total y accesorios para aprovechar las esquinas.
7.ALMACENAJE, CON CABEZA
Colocar armarios hasta el techo es la mejor forma de sacar el máximo partido a la pared, aunque no es aconsejable en cocinas de planta estrecha. En cualquier caso, asegúrate de que las cosas de uso diario quedan a una altura cómoda y reserva los pisos superiores a objetos que emplees de forma esporádica.
8.BUENOS MATERIALES
La pintura y el papel pintado están de moda en las cocinas pero no son aconsejables en zonas sometidas a salpicaduras y manchas. Es el caso del frente de la encimera, la zona de aguas y la de fuegos, que requieren materiales inalterables frente a las manchas y de fácil limpieza, como la cerámica, el acero inoxidable, el cristal o la piedra (natural o sintética).
9.LA ZONA DE FUEGOS
Procura situar lejos de una apertura al exterior y protegida de corrientes de aire, sobre todo si se trata de cocinas de llama. Tampoco conviene que esté demasiado próxima al office o al comedor, en el caso de cocinas abiertas. En cualquier caso, cuando hayas encontrado la ideal, asegúrate de dejar una buena zona de encimera junto a ella para trabajar con comodidad.
Situar la zona de aguas frente a la ventana nunca había sido tan fácil como ahora, gracias a la popularización de griferías plegables y escamoteables. No obstante, ten en cuenta que son algo más costosas que las convencionales, y valora si vale la pena la inversión.